El Bosque de Briganttia

 
 

Infusiones sanas y tonificantes.

Coja dos o tres hojas de salvia fresca y una ramita de 5 cm de arrayan. Lave las hojas y póngalas en una taza. Vierta 150 ml de agua hirviendo. Tape la taza con un plato y déjela en infusión durante un cuarto de hora. A continuación, cuele el líquido, añada una cucharada de miel y bébasaselo despacio.

El suelo es lo primero.

Antes de pensar siquiera en empezar a plantar un jardín o imaginarse su aspecto, es fundamental conocer las características del suelo, de la tierra donde se van a plantar las hierbas. Hay muchos tipos diferentes de suelo, según la situación geográfica y factores ambientales como la humedad. Las distintas hierbas se dan mejor en diferentes tipos de suelo, de modo que los resultados no serán buenos si elige plantas no adecuadas a la zona donde usted vive.

¿Qué es el suelo? Si coge un puñado de tierra y lo examina, observara que está compuesta por distintos tipos de partículas, unas más grandes y otras más pequeñas. De hecho, la tierra tiene una estructura muy compleja y está integrada por piedras, minerales, sales, microbios, fragmentos de materia vegetal en descomposición e insectos microscópicos. Si tiene la oportunidad de mirar una muestra de tierra con el microscopio, quizá le parezca un zoo en miniatura. La tierra es una materia viva y, para que una planta pueda crecer en ella, hay que nutrir y preservar el equilibrio entre todos sus elementos. Para el jardinero, eso significa aportar con regularidad materia orgánica de buena calidad (compost) para que no se agoten los nutrientes.

Tipos de suelos: Si coge una pala y cava un agujero de unos 30 cm de profundidad, podrá empezar a distinguir algunas de las características de la tierra ¿es oscura y desmenuzable (marga) o ligera y arenosa? ¿Es pegajosa y pesada (arcilla) o está muy mojada (pantanosa)? Si crece alguna planta cerca, ¿Son sus raíces profundas o se extienden cerca de la superficie? Los suelos más oscuros, donde las raíces de las plantas tienden a ser profundas, son propicios para el cultivo de hierbas en general. Los suelos de colores más claros o más húmedos y pesados son adecuados solo para ciertos tipos de plantas.

Análisis de la tierra: Puede adquirir un equipo sencillo para analizar la tierra en un comercio especializado. Así podrá analizar su tipo de suelo y averiguar si es acido o alcalino. Lleve a cabo el análisis en distintas partes de su jardín, porque puede que detecte alguna variación en la acidez, incluso en una parcela pequeña.

Tipos de suelo:

Gredoso: si vive en una región de cretas, la tierra será ligera y estará bien drenada. Las hierbas que mejor se adaptan serán el hisopo, el enebro, el romero, la ajedrea y la mejorana.

Ligero, arenoso: La arena hace que el suelo este muy seco y que el agua se drene con mucha rapidez. Es ideal para hierbas mediterráneas como la lavanda, el tomillo y el estragón, que requiere sequedad.

Marga: Esta tierra oscura contiene muchos nutrientes y es ligera y desmenuzable. Permite una excelente ventilación de las raíces y las plantas crecen sanas y fuertes. Las más indicadas son la albahaca, el perifollo, el cilantro, el eneldo, el levístico o la salvia.

Arcilloso: La tierra arcillosa suele contener abundantes terrones pesados y pegajosos. Las hierbas plantadas en ella tienen que tener unas raíces fuertes y profundas, como la consuelda, la acedera, la melisa y la menta.

Pantanoso: Si vive en una región con mal drenaje, se tendrá que inclinar por las hierbas que crecen en entornos muy húmedos, como la angélica o la valeriana.

Como identificar el tipo de suelo: Coja un tarro de cristal y llénelo hasta la mitad de la tierra de su jardín. Llene el resto del tarro con agua, enrosque la tapa y agítelo. Espere  a que la tierra se deposite. Observara capas de arena ligera, piedras más pesadas y partículas arcillosas. Así tendrá una idea bastante precisa del equilibrio del suelo. Las tierras arenosas y arcillosas tienden a ser mas acidas, y son adecuadas para plantas como la acedera, el enebro, el diente de león y el brezo. Las tierras neutras o muy margosas suelen ser más alcalinas e ideales para plantas como el sauco, el rosal, la milenrama o varias especies de tomillo. El suelo acido es más difícil de corregir; hay que añadirle cal y materia orgánica para hacerlo más alcalino y adecuado para mas plantas.

  - Las Buenas Hierbas, Una guía completa sobre el cultivo y las utilidades de las hierbas –

4/27/2009 12:58:01 am

Hola! ¿Cómo estás? Me alegra que, después de mucho tiempo, hayas podido tomarte un minuto para dejarme un comentario =) y me alegra el doble que te guste mi blog. Este espacio también me pareción maravilloso y ya mismo lo estoy agregando a mi lista de links. Está realmente muy completo =D
Un gusto conocerte.

Un beso y mil bendiciones desde Buenos Aires.

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